La pelota tiene un laberinto interno y una puertita por donde salen los bocadillos a medida que el gatito la mueve de un lado al otro, la gira, la pisa y la levanta en el aire con sus cuatro patas. Este juguete es especial para gatos que tienen que quedarse solos en la casa o para gatitos que conviven con un “hermano” más grande que no tiene ganas de moverse tanto como ellos. Resulta genial para obligar a un gato goloso a hacer algo de ejercicio para conseguir su ración y gastar algunas calorías en el intento.
El producto no incluye las golosinas; puedes utilizar el pienso habitual de tu gato para rellenar el juguete.
Si lo prefieres se puede cerrar la abertura y queda como una pelota común
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